TRAZAR HUELLASElegir los dibujos de los cuadernos de Tere Cito ha sido como leer |
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Vamos a tratar de desentrañar su significado como un todo, en este sentido, la obra exalta lo cotidiano, apegándose a la categoría estética de lo trivial (en su acepción de común) no obstante, al ser un registro gráfico de las experiencias de vida de la artista, encontramos en las diversas páginas las otras categorías: desde lo bello a lo feo, pasando por lo sublime y lo trágico. Los cuadernos carecen de una secuencia cronológica, Tere los utiliza cuando los necesita, simplemente busca hojas limpias para expresarse. Dada su sincronía no importa su procedencia temporal, la serie de cuadernos puede ser leída como unidad, refleja lo subyacente en el proceso creativo de Tere: el dibujo como expresión y la vida como tema. Entre su obra profesional y los cuadernos hay similitudes, son hechos por la misma mano, pero en general estos últimos tienen vida propia, no son bocetos, sino apuntes de vida: retratos, árboles, paisajes y ciudades de los que Tere recuerda las circunstancias y el lugar de creación. Aunque con frecuencia la técnica es dictada por la casualidad, la artista ha introyectado el manejo de las cualidades expresivas del dibujo que surgen espontáneas para plasmar su emoción del momento. Una de las condiciones sine qua non del dibujo es su capacidad de síntesis, como en las escenas del terremoto de 1985, tomadas del natural, hechas a sanguina con trazo nervioso, intenso, profundamente expresionista, contienen toda la conmoción, el horror y la destrucción, son bocetos del Juicio Final; por el contrario, en las Filipinas, toma improntas de la cosecha del arroz obtenidas a partir de manchas de tinta que captan lo intemporal de esta milenaria actividad. El momento, su estado de ánimo, los materiales con que cuenta, son lo que dicta su manera de trabajar, como Klee, saca a pasear sus líneas para trazar huellas, cada dibujo plasmado en estos libros es una obra completa. El criterio que se siguió para la selección de los dibujos y su publicación en un ejemplar de tres volúmenes, fue, en principio, respetar el espíritu de los cuadernos y ser congruentes con la biografía de la artista (al fin estos cuadernos son un “diario”) y sobre todo, con su propuesta conceptual. |
Mostrarse al mundo como mujer, como persona, ha requerido un trabajo serio de introspección y de valentía. No ha sido una decisión fácil. Hoy, Tere quiere tender un puente para establecer un diálogo desde lo más profundo de su ser, hablar de ser humano a ser humano utilizando, claro, los medios con los que mejor se comunica: el dibujo y la pintura. Tere Cito es Florentina. En Florencia estudia artes plásticas rodeada de los grandes maestros del Renacimiento, literalmente, se alimenta de arte. La escuela florentina es dibujística por antonomasia… . La obra de Tere se ve permeada por esto, aunque pintora, en su trabajo se destacan los elementos gráficos, con independencia del medio aprovecha, como pocos, la simplicidad de la línea activa, la contundencia de la mancha. Su ojo y su mano expresan su sentir en un trazo. La semilla es parte integrante de su quehacer artístico, más aún, de su esencia como persona. ¿Qué simboliza? El futuro, el principio, la promesa de algo mayor, “puede llegar a ser” pero para alcanzar sus potencialidades, tiene que cuidarse, ponerse en tierra fértil, trabajarse. Estos cuadernos son la metáfora perfecta de una simiente: se nutren de la vida diaria y en ellos se va tejiendo la vida de la artista y de la mujer, que son, especialmente en su caso, absolutamente inseparables. Tere es una artista, y la semilla que se trajo de Florencia, pugnaba por germinar. Salió y miró y miró: México es color, es exuberancia, con su mirada habituada a la gran arquitectura clásica, descubrió la arquitectura prehispánica y vio un universo profundamente rico… empezó a dibujar algo más que a sus hijos. Armada de lápiz y papel, se dedicó a registrarlo todo: su jardín de Malinalco, las pirámides, la calle, los niños, los animales, un florero, los árboles: México ha sido el espejo, el otro que la empujó a sacar ese mundo interno: retomó su vocación. Estos cuadernos nacieron en 1974 y a partir de entonces, han crecido y dado pie a una fructífera carrera. Hoy, Tere Cito es una artista reconocida y muy comprometida con su trabajo. Hoy mira a sus pequeños compañeros de viaje: sus cuadernos y los comparte con un afán de apertura y reflexión. |
A partir de estos librillos creó todo un universo. MA. CRISTINA GONZÁLEZ TEJADA |