Bitácora de un Mural
TERESA CITO
Me pregunto qué quiero transmitir con este último trabajo, simplemente “pintar sobre el muro de un museo”. El museo es el Mural Diego Rivera que se encuentra en la Alameda Central, la sala de exposiciones Diego Rivera, que es un espacio anexo al salón donde se encuentra el mural de Rivera, titulado “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”.
Todo mi trabajo empezó con un “no”, una negativa a exponer en el espacio por su forma alargada que no me gustó para colgar cuadros, dilema importante ya que pintar cuadros es mi trabajo. Luego pasé a otro “no” que fue: tengo muchas obras que no sé dónde guardar, vivo en un espacio reducido y no puedo acumular más cuadros. Estas negativas me llevaron a pintar un mural directamente sobre los muros del museo, para después borrarlo.
Paso a paso este proceso me ha causado muchas emociones y varios estados de ánimo, que me llevaron a salir de mi estudio para alquilar un espacio en dónde poder pintar las paredes. Así fue como pasé de lo interno a lo externo, hasta conectarme con el mundo exterior porque los muros del museo son públicos. A su vez, esta última sensación se relaciona con una experiencia que viví en los años setenta, cuando salí de la Academia de San Carlos, tanto a mí como a unos compañeros nos parecía reductivo pintar cada quien en nuestros propios estudios, así que decidimos ir a pintar bardas abandonadas. Fue una experiencia que nos enriqueció mucho, tal parece que los principios tienen mucho peso, ahora esta nueva vivencia la asocio con la anterior anécdota.
Poco se puede hablar de los trabajos en proceso, tan sólo aparecen y desaparecen, en fin, se pinta y se despinta. Como escribió Antonio Rodríguez sobre mi trabajo: “Yo veo en sus nubes de color por los cuales vuela la imaginación, algo que está siempre en trance de cambio, como la vida: expandiéndonos y cambiando de forma siendo ahora lo que tal vez dentro de unos instantes ya no lo sea. Pero me gusta lo de “tejido” como un quehacer de Penélope, además lo que se teje también se desteje”.
Con este preámbulo los invito a recorrer este proceso que sé bien de donde empezó, pero no sé a dónde llegará.